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Desde los 12 años detrás de las barras de Terrassa

Apenas llegaba a ver lo que sucedía detrás de la barra…

Pero, a sus 12 años, ¡Paquito se hacía notar con sus “Marchandos”, sus sonrisas y sus ganas de comerse el mundo!

Le fascinaba la velocidad con la que todo se movía en el Bar La Flor, el constante sonido de las conversaciones en la sala, los muchos aromas que emanaban de la cocina…

Aquel era un mundo mágico para Paquito, y a sus 12 años, ya sabía que aquel era el mundo al que quería dedicarse el resto de su vida.

El mítico Bar La Flor de Terrassa Paquito había plantado la semilla de la hostelería en Paquito.

De sus muchas horas detrás de la barra había aprendido la gestión y el flujo de un restaurante de éxito. Pero él quería más.

Y a los 18 años Paquito se lanzó a su propia aventura gastronómica con su querida Fina y un socio.

En muy poco tiempo, la gente de Terrassa empezó a enamorarse de su nueva propuesta y de la energía de estos jóvenes con tanta experiencia y conocimiento del sector.

La barra estaba siempre llena de Terrassencs disfrutando de las famosas tapas que este trío de apasionados de la hostelería inventaba para sus clientes.

Los menús diarios para familias y trabajadores, ¡volaban!

Pero, al cabo de unos años la vida se interpuso en el funcionamiento de aquella máquina gastronómica perfectamente engranada y Paquito y Fina tuvieron que empezar de cero.

En lugar de derrumbarse, la pareja se vino arriba con la idea de una nueva aventura.

Y un buen día de septiembre de 1987, después de visitar un local estupendo ubicado entre cuatro calles en la población de Terrassa, Paquito miró a Fina y ambos asintieron con emoción:

“Este, sí. Este es el local perfecto.”

Pero, Paquito y Fina esperaban mucho más que los astros se alineasen para presentarles la ubicación perfecta.

¡Paquito y Fina esperaban su primera hija!

La pareja puso en uso sus estrategias negociadoras y consiguieron prorrogar el traspaso del local hasta el nacimiento de la pequeña.

En noviembre nacía Estefania.

Y en diciembre inauguraban “El Mesón Las 4 Esquinas”.

¡Apenas podían contener las ganas de volver a crear historia gastronómica en Terrassa, incluso con una bebita en la familia!

Paquito y Fina lo dieron todo.

Fina compaginó los difíciles horarios de un negocio de hostelería con el cuidando de sus hijos.

Pero entre los dos, con muchísimo apoyo y cariño, levantaron el nuevo proyecto, manteniendo siempre la misma filosofía de trato excepcional hacia sus clientes y cocina casera de primerísima calidad.

Y desde hace unos cuantos años ya, Paquito y Fina han ido pasando las riendas a la siguiente generación. Hoy, es su hijo Albert quien lleva la gran parte del peso de la gestión del día a día y de garantizar una experiencia inmejorable para sus clientes.

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Dicen que ofrecemos una cocina y un servicio míticos en Terrassa...

'MÍTICO'

Una palabra que nos otorgan muchos de nuestros clientes, pero que el equipo de Las 4 Esquinas utiliza con mucho respeto y humildad.

Dicen que somos míticos porque llevamos desde 1987 ofreciendo ingredientes frescos de altísima calidad a nuestros clientes.

Y los ofrecemos a precios muy asequibles.

Ingredientes que varían según la estación del año, y que nos ofrecen la oportunidad de jugar con los incomparables sabores de nuestra cocina y las exquisitas recetas que se han servido en nuestros hogares desde hace siglos.

Sabores sin pretensiones, pero con muchísimo cariño y pasión por nuestra tierra y por nuestro mar.

La nuestra es una cocina que sigue reconociendo el verdadero sabor del producto.

La nuestra es una cocina que respeta la esencia de los ingredientes naturales de los mejores productores de la geografía española, en algunos casos reinventada con un aire de modernidad.

Dicen que somos míticos porque servimos la misma gastronomía de ayer como siempre se ha servido: con muchísima alegría y profesionalidad.

Por los menús diarios que elaboramos con muchísimo cariño desde hace más de 30 años para los trabajadores y familias de Terrassa.

Porque nuestro trato hoy es el mismo con el que Paquito y Fina trataban a sus clientes al abrir las puertas en 1987: mimándolos como si fuesen miembros de nuestra propia familia.

De una forma sincera. Sin pretensiones. Con muchísima atención al detalle. Siempre estando atentos a que todo el servicio salga a la perfección. Haciendo lo imposible para que ni un solo cliente salga descontento de nuestro local.

Por eso, dicen que somos un espacio mítico en Terrassa. Por eso, y ¡por el espectacular vivero que lucimos y que invariablemente deja boquiabierto a todo el que pasa por Las Cuatro Esquinas!

¿Es “Mítico” la palabra adecuada? ¡Quién sabe! Pero que somos una parte muy importante de la historia gastronómica de Terrassa, ¡eso no nos lo quita nadie!

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Te celebramos a ti y ¡celebramos contigo!

La historia de El Mesón Las 4 Esquinas es una historia de esfuerzo ligado a la pasión por el buen comer.

Es una historia de dedicación a una profesión y a un arte. Pero, sobre todo, la historia de Las 4 Esquinas es TU historia.

La historia del Terrassenc que nos escoge a nosotros para compartir su almuerzo diario con sus compañeros de trabajo.

Los amigos que pausan a media mañana para compartir un desayuno en nuestra barra.

La pareja que baja a disfrutar de nuestros menús diarios porque “un día es un día”.

El viajante que descubre una pequeña joya gastronómica en el corazón de Terrassa y la comparte con todo su círculo profesional.

Los grupos que escogéis Las 4 Esquinas para celebrar vuestro reencuentro anual.

Las familias que disfrutáis momentos especiales en vuestras vidas en Las Cuatro Esquinas, sabiendo que con nuestro equipo tenéis toda la intimidad, tranquilidad y perfección gastronómica que buscáis.

Sí, esta es también vuestra historia. Sin vosotros y vosotras, Las Cuatro Esquinas no podría haber levantado sus persianas cada día desde aquel día de septiembre en 1987.

Así que, ¡Gracias, Terrassa!

En El Mesón Las 4 Esquinas siempre tendréis una de las ofertas más sabrosas y con mejor relación calidad-precio en Terrassa…

En Las 4 Esquinas siempre tendréis un espacio tranquilo y agradable donde comer bien, sentiros relajados y pausar.

En Las 4 Esquinas siempre tendréis vuestro segundo hogar.